La encantadora de números

Esta máquina puede hacer cualquier cosa que sepamos cómo ordenarle que ejecute.
Ada Lovelace

La encantadora de números: Acuarela de Ada Lovelace
Acuarela de Lady Ada, por
Alfred Edward Chalon (Wikipedia)
El día internacional de la mujer, celebrado el 8 de marzo según las Naciones Unidas, pretende reivindicar a las mujeres corrientes como artífices de la Historia y reivindicar su papel en la sociedad en condiciones de igualdad con el hombre. Hoy queremos rendir homenaje, uniendo una vez más ciencias y humanidades, a una mujer, eso sí, nada corriente, cuyo trabajo en las ciencias de la computación estuvo durante demasiado tiempo casi olvidado.

Personalmente, conocí su historia en la universidad al estudiar un lenguaje de programación destinado a aplicaciones en tiempo real, llamado Ada. Este lenguaje fue desarrollado en los años 70 por el ejército de los EEUU destinado a gestionar sistemas críticos, como procesos industriales y militares en los cuales incluso vidas humanas dependen del buen funcionamiento del software. Es el caso, por ejemplo, de sistemas de control de tráfico aéreo y de gran parte de los metros del mundo. El nombre de Ada se puso en honor a la mujer de la que hablamos hoy: Ada Byron King, condesa de Lovelace, llamada comúnmente Ada Lovelace.

Ada Augusta Byron King fue la única hija legítima del famoso poeta y crápula inglés Lord Byron; una de sus frases figura en lugar preeminente de este blog. Nació el 10 de Diciembre de 1815 en Londres, fruto del matrimonio del escritor con Anna Isabella Milbanke, baronesa de Wentworth, a quien dijo en la noche de bodas: “Te arrepentirás de haberte casado con el diablo”. Debido a las infidelidades del mismo, Anna Isabella lo abandonó en Enero de 1816, apenas un mes después del nacimiento de Ada. Los rumores en torno a Byron sobre sus relaciones incestuosas con su hermanastra Augusta (con la que habría tenido una hija, Medora), sus poemas antipatrióticos, una acusación de sodomía y las dudas sobre su cordura provocaron su ostracismo social; abandonó Inglaterra y nunca volvió. Ada de hecho nunca tuvo relación alguna con su padre; Lord Byron murió en Grecia en 1823 sin volver a ver a Ada (aunque en algunos poemas deja constancia de su pesar al respecto), y sin haber asistido al entierro de su hija ilegítima Clara Allegra Byron. Genial como escritor, no se puede decir que fuera precisamente un gentleman.

La baronesa estaba obsesionada con que su hija no heredase ninguna de las conductas su padre y centró la educación de Ada en las matemáticas y la música, intentando de esa manera alejarla de la parte emocional ligada a la poesía. Uno de sus profesores de matemáticas fue Augustus DeMorgan, famoso por uno de los teoremas del álgebra booleana; Mary Sommerville, “la reina de las ciencia del siglo XIX”, fue su tutora personal. A los 8 años Ada ya demostraba interés por los dispositivos mecánicos, y creció rodeada de la sociedad científica de la Inglaterra de su época: conoció a los físicos David Brewster, Charles Wheatstone, Michael Faraday y al escritor Charles Dickens. No es extraño, por tanto, que al escuchar en 1833 a Charles Babbage hablar sobre sus máquinas fuese la única persona de la habitación que entendió al instante la idea.

Máquina diferencial (reconstrucción moderna)
Tras trabajar en una máquina diferencial para trabajar con funciones polinómicas, Babbage pretendió construir una máquina analítica, programable para hacer cualquier tipo de cálculo. Su referencia fue el telar de Jacquard, el cual usaba tarjetas perforadas para determinar como debía realizarse una costura. Se considera que la máquina analítica de Babbage fue el primer proyecto de computadora del mundo; en 1835 se realizó un diseño plenamente funcional, aunque  nunca fue finalizada. Los problemas que impidieron su fabricación eran que Babbage cambiaba constantemente el diseño, que la tecnología de la época no permitía que la mecánica interna fuera suficientemente estable y ausente de fricción, y que finalmente, tras mucho tiempo sin obtener resultados, el gobierno británico acabó cortando la financiación. Henry P. Babbage, hijo del diseñador, logró construir una parte en 1910, capaz de calcular una lista de múltiplos de pi.

Ada quedó deslumbrada por Babbage, el cual, por su parte y también impresionado por la capacidad de la muchacha, aceptó que fuese su discípula, y posteriormente, colaboradora. Fue Babbage quien la apodó la encantadora de números. Algunos historiadores afirman que fueron también amantes; en todo caso, Ada se casó en 1835 con William King, octavo barón de King y más tarde conde de Lovelace, lo que le dio su nombre más conocido, Ada Lovelace. Su marido, también inmerso en el mundo científico, siempre apoyó su trabajo, pese a los prejuicios de la época.

En 1842 el matemático italiano Louis Menebrea publicó un escrito en francés sobre la máquina analítica; Ada fue la traductora de la memoria al inglés, y le añadió un conjunto de notas el doble de largo que el escrito original. Haciendo ese trabajo es cuando concibió su “plan”: Ada describió una secuencia de instrucciones, basadas en tarjetas perforadas, capaz de calcular números de Bernoulli utilizando dos bucles, así como otro para realizar operaciones trigonométricas basándose en variables. Concibió también ideas como “bucle” y “subrutina”, dando lugar a la primera versión de un lenguaje de programación.

Ada publicó sus notas en 1843 firmadas sólo con sus siglas, A.A.L., ya que en la sociedad de la época su dedicación a estas tareas hubiera supuesto un escándalo del calibre de los que protagonizó su padre. Aunque Babbage siempre apreció su trabajo, durante mucho tiempo se le atribuyó a Ada el papel de transcriptora de las notas del mismo, y su trabajo fue, por tanto, injustamente olvidado.

Ada falleció el 27 de noviembre de 1852 (a la misma edad que su padre), como resultado de las sangrías a las que la sometieron para curarle un cáncer de útero. Fue enterrada, por expreso deseo suyo, junto a su padre en la iglesia de Santa María Magdalena de Hucknall, en Nottinghamshire.

El título de madre de la programación, aunque sea en un nivel teórico ya que la máquina no llegó a construirse, posiblemente se quede corto para sus logros; como tantos genios, además, su temprana muerte privó al mundo de su talento demasiado pronto. Por suerte, su figura actualmente está reivindicándose con justicia, incluso para el gran público: se está trabajando en una película sobre su vida, que se titulará “La encantadora de números”, con Zooey Deschanel. Pueden obtener más información sobre esta fascinante mujer aquí y aquí, así como en esta página dedicada al lenguaje de programación (en inglés).

Comentarios

  1. Muy buena biografía. La compartí con los fans de mi blog. Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias Sandra. A Juan le encantará saberlo. Sólo recordar a nuestros lectores que Sandra tiene un fantástico blog que pueden (y deben) visitar en:
    http://grandesmujeresenlahistoria.blogspot.com.es/

    Un saludo y de nuevo gracias

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Rogamos que se respeten las reglas gramaticales y ortográficas en los comentarios.

Las faltas de respeto, la publicidad, spam, o cualquier otro comportamiento inadecuado implicarán la eliminación del comentario de manera taxativa.

Entradas populares